Según datos recopilados por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI, la inflación en México ha registrado un aumento, rompiendo una tendencia de moderación que se mantenía durante tres quincenas consecutivas. En la primera mitad de marzo, la tasa de inflación anual se ubicó en un 4.48%, en comparación con el 4.35% registrado al cierre de febrero.
Este dato ha superado las expectativas del consenso de analistas consultados por Citibanamex, que habían previsto un 4.44% anual. Además, en su comparación quincenal, la inflación aumentó un 0.27%, marcando la cifra más alta para una primera quincena de marzo desde el año 2022, y superando la expectativa del mercado, que había estimado un incremento del 0.24%.
El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, comentó que este aumento en la inflación envía un mensaje y una alerta al Banco de México (Banxico) apenas un día después de haber recortado la tasa de interés. Coutiño destacó que la inflación general subió a un 4.48% desde el 4.35%, mientras que la subyacente aumentó a un 4.69% desde el 4.66%, señalando que estas cifras ya eran conocidas antes del recorte de la tasa de interés.
Al desglosar la información, se observa que la inflación subyacente se aceleró por segunda quincena consecutiva, alcanzando un 4.69% anual, impulsada principalmente por el aumento en los precios de los servicios, que registraron su lectura más alta desde marzo del año pasado. Entre los servicios con mayores incrementos anuales se encuentran el transporte aéreo y los servicios turísticos en paquete, coincidiendo con el periodo de vacaciones de Semana Santa.
Por otro lado, la inflación no subyacente también experimentó un aumento, alcanzando un 3.84% anual en las primeras dos semanas de marzo, frente al 3.42% previo. Este incremento se debió principalmente al aumento en los precios de los productos agropecuarios, rompiendo una racha a la baja que se mantenía durante dos quincenas. Los precios de los productos pecuarios, en particular el pollo, registraron un notable repunte.
En resumen, tanto la inflación subyacente como la no subyacente han mostrado signos de aceleración, lo que podría influir en las decisiones de política monetaria a corto plazo por parte de Banxico.
Por Amanda Pérez
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